lunes, 7 de marzo de 2016

Poesía años sesenta.

GENERACIÓN DEL CINCUENTA.

Jaime Gil de Biedma

No volveré a ser joven

Que la vida iba en serio
uno lo empieza a comprender más tarde

-como todos los jóvenes, yo vine
a llevarme la vida por delante.

Dejar huella quería
y marcharme entre aplausos
-envejecer, morir, eran tan sólo
las dimensiones del teatro.

Pero ha pasado el tiempo
y la verdad desagradable asoma:
envejecer, morir,
es el único argumento de la obra.

"Poemas póstumos" 1968


















Ángel González

Donde pongo la vida pongo el fuego
de mi pasión volcada y sin salida.
Donde tengo el amor, toco la herida.
Donde dejo la fe, me pongo en juego.

Pongo en juego mi vida, y pierdo, y luego
vuelvo a empezar, sin vida, otra partida.
Perdida la de ayer, la de hoy perdida,
no me doy por vencido, y sigo, y juego

lo que me queda: un resto de esperanza.

Al siempre va. Mantengo mi postura.
Si sale nunca, la esperanza es muerte.

Si sale amor, la primavera avanza.
Pero nunca o amor, mi fe segura:
jamás o llanto, pero mi fe fuerte.


Ángel González, Sin esperanza con convencimiento (1961).

Mientras tú existas

Mientras tú existas,
mientras mi mirada
te busque más allá de las colinas,
mientras nada
me llene el corazón,
si no es tu imagen, y haya
una remota posibilidad de que estés viva
en algún sitio, iluminada
por una luz cualquiera…
Mientras
yo presienta que eres y te llamas
así, con ese nombre tuyo
tan pequeño,
seguiré como ahora, amada
mía,
transido de distancia,
bajo ese amor que crece y no se muere,
bajo ese amor que sigue y nunca acaba.
                                      Ángel González

José Agustín Goytisolo.                     

Tú no puedes volver atrás
porque la vida ya te empuja
como un aullido interminable.
 
Hija mía es mejor vivir
con la alegría de los hombres
que llorar ante un muro ciego.
 
Te sentirás acorralada
te sentirás perdida y sola
tal vez querrás no haber nacido.
 
Yo sé muy bien que te dirán
que la vida no tiene objeto
que es un asunto desgraciado.
 
Entonces siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti como ahora pienso.
 
Un hombre solo una mujer
así tomados de uno en uno
son como polvo,no son nada.
 
Pero cuando yo te hablo a ti
cuando te escribo estas palabras
pienso también en otros hombres.          
 
Tu destino está en los demás
tu futuro es tu propia vida
tu dignidad es la de todos.
 
Otros esperan que resistas
que les ayude tu alegría
tu canción entre sus canciones.
 
Entonces siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en ti como ahora pienso.
 
Nunca te entregues ni te apartes
junto al camino nunca digas
no puedo más y aquí me quedo.
 
La vida es bella ya verás
como a pesar de los pesares
tendrás amor,tendrás amigos.
 
Por lo demás no hay elección
y este mundo tal como es
será todo tu patrimonio.
 
Perdóname no sé decirte
nada más,pero tú comprende
que yo aún estoy en el camino.
 
Y siempre acuérdate
de lo que un día yo escribí
pensando en tí como ahora pienso.

No hay comentarios:

Publicar un comentario